Este chico tan majo, un pato, una marsopa, un paseo por el zoo (el primero!), unos mails cargados de ilusión, una espera congelada con un tobillo muy dolorido (:O!), una cena completita con su vino, su dulce y su buena, buena, buena cháchara con más gente española (me está empezando el síndrome del exiliado).
No tengo hecho el trabajo de mañana, tengo al pobre Luca abandonado a su suerte y aún no he elegido tema para el artículo con el que voy a tenr que luchas hasta el 21 de noviembre.
Y tengo que escribirlo todo. Para darme cuenta de que realmente, soy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.