domingo, 27 de mayo de 2012

Mi nena...


Qué rara estuve ayer! Llegué a casa y subí el toldo con los ojos embebidos en llanto. Me hubiera encantado meterme en una de esas camas donde me encuentro un cuerpo humano que me da calor, que me abraza y respira en mi nuca. Un cuerpo cualquiera, sin nombre y sin cara. Me sorprende cómo puedo disfrutar tanto de algo tan exclusivamente material: El sentimiento (o ausencia del mismo) que siento por ese cuerpo ajeno no significa nada, no tiene importancia. Sólo deseo ese calor que mi soledad es incapaz de proporcionar y mi imaginación incapaz de formular realidad.

Cuántas veces más sucederá aquello que me inunda de recuerdos creados en base a una realidad pasada… no tengo la menor idea. Espero que muchas. Muchos cuerpos, cada vez diferentes, que no hablen, que no se personalicen, que no me molesten. Sólo necesito un poquito de ese calor. Ese amor… por la humanidad…

Curioso, el materialismo.



Few species are so conspicuous that they will always be detected when present at a location and in many cases, even after exhaustive searches, some species may still go undetected when present.

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