A mi se me
estrujó el estómago, o el injerto de corazoncito que va recreciendo poco a poco
dentro de mí. Qué ganas de vomitarlo todo, que falta de aire y necesidad de
oxígeno! Los últimos dos bocados que me quedaban los posé sobre mis labios de
manera mecánica, dudo siuqiera que masticase. Se me agrietó todo por dentro, y aunque
no hubo desplazamiento de unidades sí uqe hubo encogimiento de partículas. Como
si me hubieran pegado un puñetazo en la boca del estómago. Igualito.
Al fianl del
día, Paul me preguntó si me encontraba bien. Yo no pude hacer sino lo que mejor
se me da: sonreír, y mentirte con mis ojos.
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