lunes, 4 de marzo de 2013

wooffing


Me da la sensación de que podemos destruir el mundo por el hecho (que no simple) de no actuar debido al miedo. Qué pasaría si todos nos quedamos congelados ante situaciones determinantes? Qué pasaría si, por miedo a errar, dejo de escuchar lo que mis adentros me dictan y comienzo a formar nuclecitos de hielo entre mis células? Qué pasaría si, poco a poco, me convierto en un tronco duro y leñoso, sin savia que fluya por ninguna de mis tuberías?
No es ya bastante miserable el seguir viva sin corazón alguno? Por qué motivo debería permitir mantenerme encerrada en esta torre de insensibilidad y aprecio nulo por el resto de seres humanos? Por qué, me pregunto, me empeño en crecer hacia arriba y separarme a cm/día del calor del resto de los seres humanos?


Me gustaría saber cómo he podido dejar crecer tanto mi orgullo e impedido a mi bomba roja el preciado poder de la regeneración. Es realmente un sistema de protección natural? O es, por (lo que yo llamaría) el contrario, otra más de las ideas creadas por este laberinto entrecruzado de sesos bañados en lagos de neurotransmisores?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.