miércoles, 9 de junio de 2010

"Nadie sabía que martirizabas un colibrí de amor entre los dientes"


Ño, qué estrés!

Gracias sarita por sacarme de mi duda existencial momentánea. Creo que es la buena decisión..
Resulta que no sabía si quedarme aquí en Madrid hasta Indonesia o si irme una semanica a Canarias a sacarme el curso de buceo.

Lo bueno de irme a canarias es que:
- Me saco el Open Water (:D WOWOWO!). De esta manera, si tengo cualquier tipo de posibilidad en Indonesia/TO de bucear, bucearé (No olvidemos que tengo una semana sola solitaria sin nada planeado que hacer antes de finalmente volverme a las Españas).
- Estoy distraída, entretenida y sin plantearme cualquier tipo de bajón espontáneo de esos que tan a menudo me surjen cuado estoy en Mdd.

Lo "bueno" de quedarme en Madrid es:
- Puede que a lo mejor pueda (¬¬) avanzar algo en la tesina (se supone que la iba a exponer ahora este mes, pero no me fío un pelo...).
- Puedo ir a Granada a visitar a Sanita y a Sara Rivas.
- Tendré más tiempo para preparar las cosas pal vaje (no olvidemos que ni siquiera tengo bien puesta la vacuna de la rabia, y que aún me faltan un par de asuntos médicos que solventar).
- Si me aburro en casa, puedo estudiar algo de vet, que me ahce falta si pretendo practicar la profesión en aqullos lugares.

Aunque no tenga el OW, siempre podré hacer snorkeling, no? :SMe da miedo que mi mente se ponga a funcionar aquí en esta casa, en esta ciudad, pero coño, si he conseguido montar en bici, puedo con todo! Como bien me dijo Remco el otro día:

I wish you all the luck possible and the sky is the limit just like riding the bicycle.

Fuá, estoy supersensiblona estos días. Esto de las hormonas me mata. Jajaja! La gente me está diciendo cosas bonitas y me tienen en una nube a ratos :).Beso a mi gata y me ronronea en amplio estéreo. Y sólo queiro llorar, de alegría. Tan bella, mi nena...
Creo que este post va a ser largo (si tengo la paciencia), así que preparaos.


En los dos últimos días que estuve en el SRRC llegaron un par de cachorritos. Ambos de 9.2 kg, de dos días de edad. Más lindos! Entré con uno de ellos el último de mis días, alegando que me iba ya, y que no iba a tener la oportunidad de estar con ellos. Me metí con Mustafá, el vet, y le pedí que medejara auscultar al cachorrito. Roncaba, y su corazón se oía fatal con ese fonendo; pero fue maravilloso :).

La última noche salimos al pub-cito a tomar cervezas (3 (cómo no!) y ya no paraba de sonrisear!) y ha reír, básicamente. Al volver al campus, a eso de la media noche, me tenían preparada la mágica sorpresa de aquel que se marcha: un bidón/piscina lleno de agua helada :D. Me vestí con el traje de foca (quería que aquel momento fuera especial!) y con la marcha fúnebre (después de haberme equivocado cantando la marcha nupcial (siempre me pasa lo mismo...)) hacia allá nos dirigimos.

Nos encontramos una bella ranita en el camino que tb quiso despedirse de mí y rápidamente me levantaron entre todos y me introdujeron suavemente en el agua. Al principio, como ya me lo esperaba, casi me ahogo (aún no sé utilizar las aletas de focas, son mucho más cortas que mis bracitos!), pero luego salí a por aire y reí y reí. Y reímos y reímos. Y me regaron con la mangera, y salí del agua, y me siguieron regando, y me rebocé por el suelo (cual foca agradecida), y reímos y reímos. Luego de abrazos y achuchones me ayudaron a desnudarme y me metí en la ducha calentita.


Salí corriendo y dije: NACHOS! Y al volver con el pijama ahí tenían el plato calentico praparao :D. Le pusimos nombres a todas las galletas para que nadie más que nosotros nos a spudiéramos comer (qué appnzá a reír!) y nos hicimos fotos locas corriendo encima del sofá (todo esto está documentado gráficamente en el fb!).


Julia se fue a dormir, y Johannes, Bene, Sofie y yo nos armamos de valor (y abrigo) y subimos con una guitarra, un porrito rico, rico, y tres rebanadas de pan con chocolate-paste a la montaña de redes. Todo allí estuvo de fábula. Johannes cantando y tocando, Bene haciéndonos reír y Sofie (con el gorrito con el pompón) y yo dándole salida a la comida. La luna salió naranja como el fuego (al ppio pensábamos que era un incendio!), las estrellas fugaces se sucedían sin que yo alcanzara a ver ninguna (por mucho que levantara la cabeza) y el viento me secaba el pelo. La combinación de estas maravillas con los efectos de las dorgas legales del país nos transportaron un lugar más allá de la calma.



Por cierto, mi dedito anda mejor.

(Por ahora paro aquí... puf!)

PD: Los de la beca de la Caiza para londres me han dichoq ue no he pasado la preselección... Auch!

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