Me ha dado qué pensar el caracol que me encontré en el camino de vuelta a casa, de noche y con una luna llena (casi) maravillosa. Mi cabeza miraba hacia arriba, hacia la misma a quien recitban esas palabras en frances, forzando una sonrisa un tanto sardónica en mi cara, cuando sin saberlo y sin quererlo miré hacia abajo para ver al caracolillo.
Hoy he empezado atomar pastis anticonceptivas de nuevo, a ver si así consigo que se me baje un poco a libido porque estoy de un salvaje...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.