miércoles, 12 de octubre de 2011

Me ha dado qué pensar el caracol que me encontré en el camino de vuelta a casa, de noche y con una luna llena (casi) maravillosa. Mi cabeza miraba hacia arriba, hacia la misma a quien recitban esas palabras en frances, forzando una sonrisa un tanto sardónica en mi cara, cuando sin saberlo y sin quererlo miré hacia abajo para ver al caracolillo.

Hoy he empezado atomar pastis anticonceptivas de nuevo, a ver si así consigo que se me baje un poco a libido porque estoy de un salvaje...

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