martes, 30 de noviembre de 2010

Martes 30.nov. 2010 por la mañana

Ayer fue un poco caca. Por la mañana estuvimos que no paramos y a penas pude hablar con Ana. A las 13:30 se fue flechá y me dejó sola con un cachorrito con parvo ingresado y una podenquita que sólo tenía que esperar en la jaula hasta hoy (lo intenté! Intenté pasearla! Bajé justo después de comer y volví a intentarlo a eso de las 9 caudno salía de limpiar un poco la clínica. De echo, me la quería subier a casa para que durmiera a mi lado (sí, sí, en el suelo!), cerquita de la estufa… pero la chiquitaja (que no rera tal) noquería moverse ni one inch! Le puse aguita y le dejé un premio por si quería comer, pero no hizo nada de eso). Accabé subiendo a casa a las 3 pa comer. La tarde parecía presentarse tranquila porque llovía y la gente no viene tanto si llueve… hasta que se me presentó una perraca jadeando, con fiebre y casi sin ponerse de pie por sus propios medios con un bulto enorme y duro en abdomen. Sin historia clínica, claro… (aquí a muuuchos perros los tiene en una finca y no saben qué coño les pasa, desde cuanod, si vomitan o no… ná de ná…). Le fui a sacar sangre y con esta no pude (por la mañana le saqué sangre a uno muy bien, pero a esta no pudo ser.. T_T) y después del fracaso fracasado le hice una placa (tuve que llamar a ana pa preguntarle cómo se encendía la máquina de rayos… un desastre con los dueños delante). Efectivamente, se veía una masa en la placa XD. Y ahora qué?? Llamo a Ana de nuevo y me dice que le de motilium y que les diga que se vengan mañana… cuando esté ella. Yo me siento fatal por la perra. He vuelto a tener sueños de la clínica y me siento mala persona. Que engaño :(. Yo sé que culpa, culpa mía, tampoco puede ser, estoy aprendiendo y esto va a llevar mucho tiempo. No tendría que quedarme sola TAN prontísimo, pero la que lo está haciendo mal soy yo… A mi no me importa nada que los dueños piensen (mejor dicho, “sepan”) que no sé, pero me siento fatal cuando se supone que confían en mí y en verdad no puedo hacer casi nada por ellos.

Total, que llegué a casa por la noche un tanto desanimada…

Me duele bastante la mano porque el domingo hice 3 caras de hojas de esquemas (una miseria, vamos) y otra vez estoy con los antiinflamatorios que no me quitan el dolor…

Me cuesta hasta escribiros esto.

Algo bueno es que hoy va a venir a mi casa a comer un (espero) nuevo amigo. Es un couchsurfing que ha acabado en Almansa como yo, por trabajo (aunque bueno, yo repito que aún nadie sabe si me quedaré o no!) y me da que se aburre un poco por aquí. Estamos los dos contentos de poder conocernos y entretenerlos. Y eso, que este medio día comeré con él en casa (me da a mí que le voy a decir que cocine él porque ayer la cena me la tuve que tomar con la mano izq: no podía ni coger el tenedor con la dcha!).

Y ya os dejo, que tengo que bajar a currar.

Esta noche, si puedo, sigo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sopita china

Hoy me duele mucho la mano.
Esta tarde estuve solita y tengo mil cosas que contar pero, ahora mismo, no puedo.
Quiza luego, o mañna.
ai ai ai
:S

domingo, 28 de noviembre de 2010

G(r)ass intoxication

Ayer me llamó Mari Carmen, la peluquera, y quedamos para hacer unas compras de super y tomar pizza en su casa, y ver una peli, y fumarnos un cigarro :). Me lo pasé bien. Es bastante diferente a mí, pero es una chica majeta.

Ah! No os preocupéis de más por lo del frío. Ahora ya tengo bombona (me llevó MC ayer a la gasolinera y pillé una bomboniiiica de rico butano)! Es verdad que me intoxica… por ejemplo en esa siesta inesperada en la que he caído inconsciente en el sofá a pocos cm’s de la yonkilítica… o también cuando, después de comer y llevando ya unas horas en el saloncito-cocina con la yonki puesta, me he sentido un tanto “mareadilla” y he decidido, gracias a los sabios consejos de mi madre, volver a intentar encontrar cualquier café abierto en el pueblo donde me dieran un cafelico y pudiera sentirme acompañada por presencias ajenas (esta mañana, cuando he ido a explorar el lugar, he estado una hora paseando cual turista, encontrando todos y cada uno de los bares cerrados… a las 11 am de un domingo! Dónde queda mi café de fin de semana?!).

Al final, esta tardé sí que encontré un sitio para entretenerme entre viejetes masculinos. Al principio vi más de un lugar abierto (ooowoo!), pero eran tipo PUB, y con un montón de “gente con amigos” dentro(Ajo, no sé si lees esto, pero al escribirlo te he imaginado sonriendo) y un ambiente oscurito (de luces, quiero decir). Yo iba preparada con una revistita de leishmania, un libro para leer (ahora leeréis vosotros también un poco) y mi cuadernito para escribir (siempre, mi cuadernito para escribir) y no quería poca luz. [Era una visión bastante graciosa: fuera, en la calle, con un frío y viento de esos que te pelan la piel, observando a la gente disfrutar mientras se tomaban algún tipo de calentador espiritual rodeados de amigos profesando amor, con una luz cenital cálida y tenue, llenos de sonrisas. Yo seguía, como siempre, embutida en mi abrigo rojo, 3 tallas grandes (creo que ya lo conocéis, si no, haced memoria) ]. Finalmente encontré el bar Barro, o algo así… Estuve casi tres horas dando rienda suelta a mis ansias de aprender, de hacer esquemas (DIOS, me quiero saltar la parte en la que me ha vuelto a doler la muñeca y en la que casi, casi, caigo en uno de esos mil tipos diferentes de tristeza profunda que soy capaz de generar, pero he seguido aprendiendo cosas y he conseguido mantener ese sentimiento tan destructor fuera de mis ojos), y de leer y leer a la pobre Elsa, venida de la mano artística de Adelaida García Morales, de “El silencio de las Sirenas”:

“… al volver, la sombra de un pájaro de la noche cruzaba la fachada de mi casa. Entré nerviosa y huyendo de los pájaros negros. En el interior sólo había silencio. Tu carta no estaba en ninguna parte. Ahora, al menos, he decidido no esperarla. Me marcho por las tardes, muy temprano, y regreso ya de noche para olvidarme del cartero, quien rara vez baja hasta mi calle, y, cuando lo hace, pasa por delante de mi puerta sin llamar. Estoy aceptando ya que nunca me vas a escribir, que quizá nunca te vea. Algo así como si no existieras, como si jamás hubieras existido. Quiero creer que yo no soy esta que te ama, esta que piensa en ti de manera obsesiva, esta que me destruye y me domina para conducirme a la desesperación. Yo no soy esta que te espera, que sueña contigo y que ya casi no es otra cosa que tú. No soy esta que me trae el deseo de morir y que siente que todo cuanto no sea vivir contigo este amor que ensueño es destrucción, condena, oscuridad. Por eso necesito negarte dentro y fuera de mí, ser más fuerte incluso que esos sueños de amor que me traicionan tantas noches. Procuro pasar las tardes en las montañas, siempre sola, en los lugares más bellos, entre árboles frondosos y arroyos de agua transparente. Huyo de ti pero tú estás en todas partes. Y ahora sé que no hay rincón en este mundo donde yo pueda esconderme de esa sombra tuya que ya tanto me entristece. Quisiera no escribirte siquiera, pero ya ves, no me es posible. Una vez más compruebo, con desesperanza, que a mi amor no se le permite otra vía de realización que la de ser escrito para ti.

Me gusta escuchar lo que siempre es lo mismo, lo que nunca cambia, como el sonido del viento o el silencio de las montañas. Si yo pudiera no pretender nada… no desear nada… La muerte me amenaza desde todas partes. Qué escándalo envejecer y morir! El sonido del viento siempre me lleva muy lejos y me ayuda a descansar, como cuando era niña. Ni siquiera el Dios único tiene poder para acercarte a mí. O quizás sólo se lo impida su indiferencia. El mundo parece el mismo en todas partes, pero no es así. Pues aquí, en esta aldea, marginada de la historia y lejos de los que rigen los destinos humanos, me parece haber caído en un mundo otro, enigmático, cruel. Aquí pasan los días como las hojas de un libro. Tengo la impresión de estar tocando ya el final con una mano. Soy demasiado débil y mi desesperanza, en cambio, es demasiado grande para esta soledad de las montañas. Me siento subida a una extraña plataforma aérea, lanzada ya hacia la muerte. Y tú, Agustín (Nota de Esther: léase, susodicho), me destruyes. Mira cómo me haces enfermar: débil por ti, enloquecida por ti, que sólo me das tu silencio. Pero ya he aprendido a escuchar tu voz sin que me hables, y eso es lo peor. Pues ahora sé que tu silencio no es silencio, ni tu indiferencia, indiferencia. O quizá sólo sea mi esperanza disparatada que me hace inventar un fantasma, tú, con los sentimientos que deseo.”

Y luego un par de cachos de continuación, sueltos:

“ – Yo creo que lo que tienes que preguntarte es otra cosa- le dije, identificada con mi papel de persona sensata-. Por qué él no te escribe, ni te llama? Por qué está tan ajeno a esa historia? Por qué no hay ningún eco en él de todo lo que te ocurre a ti, solamente a ti?”

“No puedo, no puedo. De la misma manera que tampoco puedo volar. Es esa misma calase de impotencia. No depende de mí.”

“Querido Agustín, no puedo dejar de escribirte, pues sólo al hacerlo siento que, de alguna manera, puedo descansar. Te abrazo. Elsa.”

sábado, 27 de noviembre de 2010

Necesito un superhéroe.

Viernes:

Ya estoy en Almansa.

Ayer, cuando me subí al autobús, el conductor me señaló que era yo la única que marchaba para allá (y no me sorprendió al cabo de unas horas, cuando me dejó en una esquina cualquiera del pueblo, bajo un palo con una señal cuadrada que rezaba: parada de autobús).

Enatcar olía a marihuana pura, y por la ventana me surgieron miles de recuerdos (o ilusiones) al ver a una pareja encarantoñada en el andén. Un viejecillo se despidió de alguien dentro de mi bus y, obviamente, me quise imaginar que se despedía de mí. Le dediqué una sonrisa.

Tengo que agradecerle a Antonio Machado las maravillas que contó sobre la Castilla profunda, de otra manera, no sería capaz de ver la “belleza especial” de estas tierras. Como ya dije: es un tipo de belleza diferente; sólo hay que saber verla. En ojos de cualquiera podría, sin duda, parecer un paisaje desolador.

El pueblo, por ahora, no me ha parecido tan pequeño. Tendré que irme a explorar este fin de semana (con suerte, con Davidenko, que está aquí al lado, aunque con altas posibilidades de engriparse y postergar su visita al finde que viene).

Estoy viviendo encima de la clínica, en un apartamentico que hay con un par de habitas, un baño y un salón-cocina. Una de las habitaciones la tengo siempre cerrada porque tiene un sofacico y un escritorio… y me suma espacio para calentar! No tengo bombonas de gas, por ahora, y estoy más que congelá! Hoy mismo me dieron un calefactor de tres (o puede que cuatro) rebanadas que calienta, parece ser, a 3 cm a su alrededor… pero algo es algo. Ayer no tenía ni eso y sólo tenías las ganas justas de irme a dormir.

Este frío me deja con ganas de poco más. Estoy muy vaga para cocinar: ayer me abrí un bote de lentejas y uno de tomate natural triturado. Mi cena fue medio del primero y cuarto del segundo, calentadito unos minutos al micro. Fíjate! Hoy compré una tortilla YA HECHA del “día” y lo rodeé de un tomatito fresco y un cacho de pan con semillitas. Tomé un segundo consistente en una sopa de espárragos… de paquete.

Cómo estamos!

Aquí se supone sustituyo a una veterinaria de 7 meses de preñez. Acaba ella mañana de trabajar, 2 más 4 meses de baja; donde se supone entra mi persona (tengo a Srauss de fondo, y no sé si será él, pero me estoy encontrando más calentica. Voy a meterme en la cama y terminar de escribir esto allí. El mail ya lo mando mañana en la mañana, que ninguno de vosotros tiene prisa)(vaya… con la mudanza del salón al cuarto, pasando por el baño para hacer pipi, he perdido un montón de calor. Creéis que si subo la música se me irá el frío antes? No, yo tampoco lo creo).

Voy a empezar a meter nombres y a complicaros, de esta manera, mis emails. La vet que se va se llama Virginia; la peluquera que está aprendiendo a ser ATV (vet nurse) se llama MariCarmen (estará creo que miércoles, jueves, viernes y sábados, pero solo durante las mañanas); y la dueña de la clínica (la otra vet, la que se queda) se llama Ana.

Ana está un poquitín pirada, pero ME PARECE a Mí (lo cual no quiere decir mucho), que en el buen sentido. Como no tengo bombona ni nada, a la que me he pasado hoy por su casa para comer y entretener a Carmen¿ XXXXXXX? (su hija de 3 (ejem!) años), me ha dicho que me duchara ahí en su baño, continuado por un “quieres que te deje unas bragas limpias?”. A mí eso me ha hecho gracia; sobre todo después de que ayer me dejara unas sábanas elegidas con cuidado determinado. Me las saca del armario y me dice que son sábanas lavadas con un suavizante comprado en una tienda especial, un suavizante “de esos que aumentan la líbido” (Nota de la Escritora: para mí “líbido” siempre será femenino). Eso la primera noche que la conozco. Me cae majeta. Por cierto, como no me toque yo… (que ya lo haré… pero es que hace un frío!!!).

Ay, ay! Hablando de estas cosas. Os habréis enterado de lo del munipa del otro día en Madrid, no? Pues resulta que enfrente de mi casa de ahora aquí en Almansa tengo una comisaría de Policía. Ay, ay, ay! Que no puedo parar de reír! No me he traído la lencería, pero si me pillan en el curro, me la llevo puesta!

Bueno, a ver, que me lío por las ramas… Resulta que Ana se está divorciando (de su marido, efectivamente) y está liadísima con la cría. Además, como ya os he dicho, se queda sola a partir de mañana en la clínica. Así que necesitan a alguien desde ya. Lo que pasa es uqe necesitan a alguien con más experiencia que yo porque Ana tres tardes a la semana y probablemente más que alguna que otra vez, me va a dejar solica (asuntos de la niña y algún que otro currillo que le salga con Sanidad y no pueda/deba rechazar). Yo, como comprenderéis, no estoy preparada (a pesar de haber puesto hoy una vía a la primera, sin titubear ni fallar ni un milímetro de segundo y con muchísima suerte potruna de principiante inconsciente) para ello; pero de todas formas habrá que probar…

No voy a decir que tengo miedo (mi Lado Oscuro lo tengo entretenido con otras cosas (ay, sarita, qué cacota!), porque a la que ocurra algo de verdad voy a llamar a Ana al teléfono) pero no os creáis que por no tener miedo no me vaya a sentir incómoda…

Puedo hacer este mail mil veces más eterno, pero la verdad es que no me apetece mandaros algo tan largo, que luego es un rollo leerlo.

Como siempre, mil cosas más que contar que nunca quedarán dichas.

Os quiero, y os querré más si me mandáis algún que otro correico con noticias vuestras y mucho, mucho beso.


Sábado por la mañana:

Porqué voy a luchar por alguien que no me quiere, si lo único que yo deseo es eso mismo: que me quieran mucho? Esta mañana me he despertado en la cama (menos mal…) de un sueño con Él. Y lo he visto clarísimo: si no me quiere, allá se lo pierda! Qué hago mendigando amor? Si eso no sale, no sale. Y no quiero forzar que me quiera, quiero simple y llanamente que lo hagan.

Desafortunadamente, al despertar uno puede encontrarse aún entre el mundo real y el onírico. Y ahora estoy completamente despierta. De nuevo, sin ninguna noticia del Rey de mis pesadillas.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mis manos se han metido dentro de tu falda!

Me imagino que me la cantan a mí y hasta me sonrojo!
Y un poco de marcha! Cómo me encantan estos tipos!

Basta ya de tanta tontería! Os dejo esto momo colofón:

http://www.youtube.com/watch?v=Lz48U8npOgc&feature=pyv&ad=5578486930&kw=star%20spangled%20banner%20music


Jijijji, qué bipolar soy....

Y pensar que, después de tanto tiempo, aún no sepáis a penas (duras, ya sabéis) nada de mí....

Os puede parecer una broma sarcástica (RAE-sarcasmo: Burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo) pero, poco más de un mes sin las pastillas, y ya estoy pensando en volver a ellas.

Alguno reirá, pero yo estoy convencida de que no estoy hecha para vivir en este tipo de mundo trabajador. Me oprime tanto la responsabilidad de llevar una vida "estandar" que lo único que soy capaz de hacer es meterme en la cama y no despertar [Me parecen un tanto irónicos estos ciclos míos de insmonio-perpetuo y sueño-bella-durmiente].
Me oprime la vida.

Me fui todo este tiempo porque tenía claro que, o marchaba, o acababa en un agujero tan negro, tan negro que podría llegar a teñirse de rojo. Así que me fui. y fui feliz. Super feliz. Como hacía teimpo no había sido feliz. Y os quise muchísimo, y todo era amor, y todo era felicidad y armonía.

Me alegré un montón de ver que soy capaz de todo eso. Que sigo siendo yo con mi disfrute hacia esta maravilla de vida. Que reboso amor por los ocho sentidos y costados y todo ese rollo que ya conocéis.


He vuelto. Y todo lo oscuro parece haberme estado esperando en alguna esquina de Madrid. Y ya me encontró.

Y como ya estoy cansada y ya me lo conzco demasiado bien, me salto miles de aquellos pasos de sufrimiento y peinso directamente en una SOLUCIón. Qué es lo que me haría feliz? Qué es lo que me apetece hacer? qué es lo que me va a sacar de esta miseria en la que yo sola me meto?

Al menos, ahora tengo respuesta.
Quiero volver a marcharme, queiro viajar, quiero ayudar y queiro sentirme libre. Quiero volver a irme. Eso es lo que me mantiene con vida (que no os suene poético). Es lo único de ahora mismo que me puede dar movimiento de corazón (o de aquellos restos de polvos podridos que os cuento).

Me oprime una vida estándar.
Y no pretendo con esto que riáis (aunque pueda provocar risa y varios comentarios de queja (también sarcástica)). Lo siento muy real. Me oprime.
Necesito sentirme libre, poder marchar. Ser un pajarito que vuela a merced de los vientos.

Aquí me apago.
Mi luz (o lo que yo he creído durante tanto tiempo mi luz) me tiene abandonada a mi suerte.


No os confundáis con las estrellas fugaces: se marchan demasiado rápido, dejándote sumida en la ceguera de su eclipse.


sábado, 20 de noviembre de 2010

Empiezo a comprender cómo la gente deja de amarse.

Siempre me he preguntado cómo puede ser posible que dos personas que se han querido tanto como para estar juntos, casarse o incluso llegar a tener mascotas o hijos pueden, en algún momento de su relación, llegar a odiarse tanto como para cortar todo tipo de comunicación.

Estoy comprendiendo. Tuve un sueño hace una semana. Y es ahí donde comencé a darle vueltas a todo este tema del odio. Nunca me hubiera creído capaz, a mí misma. Como si no me conociera.

Me siento engañada, mentida, incluso un poco utilizada. Decepcionada. Herida. Incapaz de creer que alguien a quien he amado tantísimo sea el motor de mi sufrimiento. Que se haya olvidado de cuidarme, de que algún día deseó el bien para mí, y que debería seguir deseándolo. Que sea tan fácil mantener una amistad y que ni siquiera se esfuerce en intentarlo. Que a la otra persona le importes UNA-PUTA-MIERDA, duele.

Sigue pidiendo, y sigo dando. Qué hay de mí?

Y me pide si no sería demasiada molestia imprimirle los comics que se está leyendo. En su casa, con su pareja; con las pinturas y las brochas; con cara de compadecencia: No hay nada que pueda hacer por ti.

Y vuelvo a mis bases: EL AMOR NO EXISTE.

Me he mentido, y todo ha sido una broma con la que alguien en algún lugar se reirá. Quizá sea yo misma, durante los años de mi tumba. Me reiré al realizarme de que mi camino principal no era más que una ilusión. Todo UNA-PUTA- MENTIRA, un engaño bilateral. Que mi línea sigue recta, y la gente sólo se la cruza. Una red de entresijos que únicamente forman la maya irreal que da lugar a este mundo. Todos cruzados.

Que nadie se atreva a acompañarme en paralelo.
Nunca.
Nunca más.


martes, 2 de noviembre de 2010

POX

POX