Queridos amores.
No os tengo abandonados, pero creo que me mudo aquí:
https://vetuganda.wordpress.com
Además de ampliar mis noticias a todos los sedientos amigos no hispanohablantes, este link me justifica un salario básico :)
un beso. Estaré allí, pero eguro vuelvo pronto, aunqe sea desde mis entrañas.
viernes, 13 de marzo de 2015
martes, 10 de marzo de 2015
“Toute connaissance que n'a pas précédé une sensation m'est inutile" – André Gide – I have no use for knowledge that has not been preceded by a sensation
Es gracioso esto
de la relatividad. El otro día me encontré con un tipo indio y me giré
(inconscientemente) porque pensaba que era un muzingui (blanquito). Hoy he
visto una imagen de Obama y realmente me parecía un mulato, con poco de negro.
Estoy sentadita
en la terraza de mi habitación. Antes de hoy, únicamente me había asomado por
la barandilla ante un par de bandas que pasaban por la calle (una celebrando el
día del consejo legal gratuito y otra que pasó por una paralela y escapó a mi identificación).
La arena, roja (de un rojo increíblemente metafórico después de tanta sangre
derramada), se cuela por todos los recovecos, a veces sube con el aire y te
asfixia las fosas nasales por un segundo cortito. El aire es seco y el sol
suele pegar duro. El balcón es tentador, pero casi mejor que dejarlo sino para
una foto.
Hoy, sin embargo,
el sol está perezoso - yo creo que por hacerme compañía -, así que he decidido
salir a escribiros desde el caos tumultuoso. El ruido de la ciudad es un tronar
sin descanso. Día y noche la calle es transitada por todo tipo de personajes,
los boda-boda (mototaxis del lugar) rugen cual león hambriento en la cocina,
los bares no dejan de ser frecuentados, y siempre, siempre (menos cuando tocan
las 5am, que es la hora del dios musulmán), suena música en las esquinas. Más
de una vez en más de una esquina. Lo cual apabulla un pelín…
Esta mañana
desperté a las 6.30am y el silencio que reinaba fue un regalito de la madre Fortuna
que voy a guardar bien en mi memoria. Al menos hasta que me mude a Lutuk, donde
la ausencia de sonidos urbanos amenazará con arropar mis oídos en un
sentimiento de vacío absoluto. Hablando de Lutuk, el traslado se va retrasando,
pero es como todo aquí en Uganda: existe un factor de conversión que hay que
aplicar a cada término de tiempo. Espero, con el paso de las semanas, poder
descifrar este algoritmo africano. Por ahora todo indica a que los relojes aquí
funcionan más lentos, quizá porque quieran acompañarnos al sol y a mí en
nuestro perezonear.
Mi hotel está situado en el centro de la
ciudad, donde hay varias tiendas, un mercado local cercano, un super grande con
productos varios y mi gran amado coffee hut, desde donde me podéis ver
conectada al wifi algunas tardes. Ahí aprovecho a bajarme las noticias que voy
a leer en la noche desde la cama – refugiada bajo la mosquitera – o en la
mañana al despertar. También cerquita he descubierto un restaurante etíope, con
injera de la buena y precios
bajillos, como los de comer comida local en mi hotel. Ya me he pasado por ahí
un par de veces y les he dicho que me voy a hacer buena clienta.
E. se marchó ayer
y hoy he estado trabajando todo el rato con el ordena (de ahí la pereza de la
tarde y las ganas del bendito sol de mimetizar su humor conmigo). Mañana
hacemos un entrenamiento teórico a Alfred, el chico que me va a ayudar a hacer
los cuestionarios en la lengua Lúo, y el sábado iremos a Nwoya (mi distrito de
estudio) a probar el cuestionario en algunos granjeros. Esperemos que no se
cancele nada! Va a ser curioso verme y sentirme trabajando aquí sin mi mentora.
Cuando estás supervisado de tan cerca no puedes crecer y desarrollarte. Cuando
te dejan es cuando te las apañas y ves cómo creces, cómo evolucionas, cómo te
comportas realmente frente a las dificultades, los extremos, las incomodidades.
Tengo ganas de ver qué sale de mí. Estoy expectante…
Soy mi propio
sujeto de estudio. Qué tan egocéntrico es eso? Me da hasta miedito…
Tony (el vet de
Gulu) a veces me enerva porque siempre dice, “estoy ahí en 5 minutos, espérame
en tal sitio” y luego siempre llega tarde (dentro de un rango de 30 minutos y 3
horas; sin exageraciones). Así que yo ahora le digo “que sí, que sí, cuando
estés aquí que me avisas”. Pero creo que no le gusta mucho, por eso del poder,
de ser yo mujer, de ser más joven y de que el subordinado tiene que ser siempre
el que espera. Llegar tarde es símbolo de poder. Pero ya sabéis que los
símbolos y yo no nos queremos demasiado.
O es el poder?
09.02.2015
Bueno mundo,
bueno natxo,
El entrenamiento
teórico y práctico se pasó bien. Es cierto que Alfred tiene mucho que aprender
y practicar porque no ha hecho cuestionarios nunca, pero pienso que tiene
potencial y creo en él. Bien es cierto que trabajar con Wokos o con Simon-Peter
sería más fácil porque ya saben cómo hacerlo y son más tirados para adelante que
Alfred, pero está bien entrenar (capacitar) a gente nueva. Le veo humilde y
acaba de tener un bebito, así que le vendrá también bien el dinero, seguro.
El estudio piloto
constaba en entrevistar a 7 personas diferentes de 3 pueblos distintos. Uno estaba
tan borracho que no se tenía en pie, otro se encontraba enfermo e indispuesto y
un tercero estaba en el hospital con su mujer, que acababa de abortar un feto
ya bien formado y probablemente necesitaría una fetotomía o similar… Quién sabe
si la pobre tipa sigue viva a estas horas… Finalmente conseguimos 4 respondents
de un mismo pueblo que pudieron responder a la mayoría de las preguntas: un
bloque grande e importante de estas no se terció a propiciarse; con lo que
probablemente tengamos que repetir (lo cual no está mal, así Alfred practica un
poco más antes de la hora de la verdad).
Llegando al pueblo,
vimos unas zanjas en el suelo pobladas con hierbas sedientas de lluvia: Me
explicaron que eran las trincheras de las guerrillas que se movían por el lugar
hace solo cuestión de unos años.
Como acabamos
haciendo la ronda en un único pueblo, reunimos al village leader y a los
participantes para explicar los objetivos de nuestro proyecto. En seguida nos
vimos rodeados del pueblo entero. Bueno, de niños - que no estaban en la
escuela (malo, malo) - y de la sección masculina - la mayoría de la cual seguro
no ejerce ninguna profesión o trabajo. Las mujeres, ausentes, por supuesto, estarían
indudablemente labrando el campo con un recién nacido deshidratándose en su
espalda. O limpiando la casa. O cocinando. O yendo a por agua al pozo más
cercano.
Ainsh…
Nos convertimos
en un show. Todos se sentaron en fila y en arco y fueron levantándose uno a uno
introduciéndose de la manera más solemne nunca vista. Alfred, sentado a mi
lado, me traducía consecuente. Pasado su turno, me tocó a mí. Me levanté y
mirándoles firmemente a los ojos, presenté mi proyecto y las ganas de trabajar
para mejorar su producción porcina. Rezamos (oh, sí!) y, después de dispersar
la conglomeración multitudinaria, comenzamos con el primero de los
entrevistados. En resumen, la cosa fluyó. Wokos y Simon-Peter estaban ahí para
guiar a Alfred este primer día de nervios iniciales.
Esa misma mañana,
antes de salir “al campo” mientras esperaba a Kenedy llegar, me fijé en un
hombre que estaba acuclilladlo en un pasadizo de las calles de Gulu. Otro de
tantos. Sin embargo, debido quizá a mi nada puntual sensibilidad hormonal, ese
día esta visión me llegó al alma. Este señor, hecho un óvalo vertical en el
suelo y con las mejillas buscando consuelo sobre unas rótulas de apariencia
desmesuradamente grande, se me hizo chiquito, como una ranita mimetizada en el
borde de un lago grande. Una ranita que no quiere nada, de nada ni de nadie.
Que mantiene su sonrisa patente, y su mente… quién sabe. Su boca sonreía, pero
sus ojos estaban tan vacíos…
Supongo que los primeros días son más de turisteo, luego te empapas de la
esencia, ves lo que la ilusión preliminar te ha estado ocultando.
lunes, 2 de marzo de 2015
Happy go lucky
Habéis visto? En
Japón van a abrir un hotel llevado en su mayor parte por robots.
E ya marcha en
pocos días. Se me va mi mentora, compi de comidas y colega de charlas. Ha sido muy
interesante tenerla conmigo (o tenerme con ella): me he visto reflejada en
muchísimas facetas, y espero diferir en varias otras. Será que cuando crecemos
todos tendemos a lo mismo? Parece faltarle esperanza, pero lucha - a su manera
- por lo que cree correcto [De aquí resurge de nuevo mi miedo profundo y toda
la retaría de querer robraros los ojos: y si lo que crees “correcto” es, en
verdad algo “equivocado”? Y si la lucha de
todas tus células se expresa de una manera tal que solo consigue crear más caos
y desorden? Ya sabemos (o deberíais) que
tengo vetados los ysis, con lo que
tendremos que quedarnos con una frase enunciativa positiva que pone los pelos
de punta a cualquiera que la lea entre granos de cal. Diverjo de nuevo]. No
está muerta; se enfada, se enfada mucho, le dan venas de ira contra la
injusticia, contra un trabajo mal hecho, contra el (ya convocado) desorden.
Cree, pero no espera, y a pesar de ello lucha, y se irrita.
El pensamiento me
lleva a mía misma (obviously). ¿Cuándo (vosotros que tenéis mejor memoria) ha
sido la última vez que me he sorprendido por algo? No deja de querer rondarme
esta pregunta, mi cerebro corrompido.
Más.
Y yo? Me enfado
por lo que me disgusta, o acepto y conformo? Me veo prendida inflamable – de esta
manera en la que vivo mis días – y posteriormente me extingo con tal rapidez!
Qué queda, después de las cenizas?
E. me ha enseñado
muchísimo, pero ya dos semanas en compañía y me siento apagada, coaccionada, no
libre. Oh, libertad mía, que me supones la vida y a la vez me aterras la misma!
Me gusta mi soledad y mi independencia. Florezco en solitario, dependo en
compañía.
Y sin embargo, la
voy a echar de menos; tantas charlas interesantísimas que hemos tenido! Mi
pensamiento ha fluido, ha crecido, se ha atrancado y se ha regocijado durante
nuestras horas de tertulia filosófica. Learned helplessness (siempre presente!),
patología, wildlife, epi, FAO, UN, desarrollo, chichones en puertas, lucha de
faldas, destellos de esperanza…
02.03.2015
Ayer, desde el
café con wifi, me bajé unas cuantas noticias para estar un poco al día con lo
que pasa en el mundo. Hoy, mientras leía un par de ellas, ha llegado a mis
oídos una melodía maravillosa con tambores coordinados con algún tipo de flauta
celestial. Ahí estaba yo, disfrutando del sonido y pensando que sería
maravilloso que en unos años pudiera unirme a cancioncilla similar con mi
saxofón. Mi móvil brillaba – resulta que esa música es mi ringtone! Cómo puede
ser que nunca la haya escuchado antes?
Queráis que no,
me siento rara. Estoy un poco enferma de luchar por cambiar las cosas y de ver
el punto básico en el que aún estamos. En verdad no me importa pagar 2 ó 3 €
más del precio normal (qué tontería!), pero me molesta que me mientan, que me timen… y que lo hagan
por mi color de piel. Se asume que, por ser blanca, tengo dinero para gastar y
puedo complacer comprando a granel la solución a las necesidades de la gente que
me rodea. Me cuesta hacer amigos locales porque la mayoría (que no todos!)
quiere algo más de mí. La relación no fluye de una manera natural; la
conversación tiene un fondo de desigualdad. No estamos en el mismo piso. “Desgraciadamente”
yo tengo mucho más poder adquisitivo que ellos. Poder adquisitivo y poder de huída.
Yo tengo otra casa a la que marchar cuando las cosas se ponen feas, cuando no
tengo dinero, cuando tengo hambre y cuando tengo frío. Ellos no. Y el
sentimiento no fluye, hay una barrera invisible (pero tangible incluso con las
aletillas de la nariz) que impide una comunicación normal. Siento que quieren que
les de dinero, comida, trabajo; pero coño, quién no desea todas esas cosas!?
Es cansado no
sentirse conectada (sentimiento básico en un ser social). Es raro buscar la
compañía de otros Musunguis (blancos)… y es solitario no poder encontrarla –
encontré blanquitos en el café (y casi les asalto por conseguir su número de
teléfono :) ); hemos salido un par de veces juntos, pero no terminamos de conectar.
Es cierto que soy sociable, pero eso no significa que me guste sociabilizar.
Siento que tengo
que andar con cuidado con cada persona con la que entablo conversación. Todo
intento de diálogo acaba con la petición implícita de una ofrenda económica.
Como ejemplo, los días que no he ido con Erika al campo, me topo con la tipita
que limpia el cuarto del hotel. Como persona interesada en amenizar el día a
día de todos los que me rodean, entablo conversación con ella y me intereso
cordialmente por su ser y su familia. Su hija está enferma, tiene muy poco
dinero para medicinas y su cumpleaños, para el cual no habrá tarta debido a
dificultades económicas, es mañana. En una situación normal (qué mierdas
quiere (o quiero) decir (con) esto?)
pensaría que simplemente me está informando de su situación actual; incluso, me
ofrecería a cocinarle una tarta o mañana la recibiría con un muffing simbólico
[no puede haber cumpleaños sin tarta, no]. Sin embargo, debido a algún tipo de
alerta adquirida (aprendida, o inculcada) se me encienden los warnings que me
hacen dudar de mi misma y de las intenciones de esta chiquilla. No miente, esta
chica (que es un cielo) no me está mintiendo, pero me pide, me reclama. Y no
les puedo culpar. Mi piel brilla por su ausencia de melanina, y no es de
extrañar que pueda confundirse con el fulgor de un diamante.
Qué injusticia de vida y qué duro es hacerse la dura.
viernes, 27 de febrero de 2015
It is not either or, but both and.
Qué maravilla de
lluvia! Este olor me tiene enamorada. Más enamorada incluso que lo que me tiene
el chiquito que tengo delante. O el tipo guaperas de ayer. O mi colega en el
campo, hombretón fuerte macizo negro azabache. Este olor…
Sin embargo, ayer
mismo - trabajando de nuevo sobre terreno-, comenzó a tronar y al cielo se le
cayeron todas las tripas sobre nuestras cabezas. Fue entonces cuando vi el
futuro reto que se me impondrá durante las siguientes semanas: Las casas que
vamos a abarcar las accederemos a moto, y la temporada de lluvias no está sino
empezando. Carga agua, chubasquero, casco, ropa de moto (para el polvo rojo,
que penetra profundo), cámara, tablet (con suerte haremos los questionarios a
tablet, y no a papel, que sería mayor infierno- aún tenemos que finiquitar
ciertos asuntos técnicos), comida (aunque no mucha, ya que entre desayuno y
cena estamos comiendo un par de bananos), y los gadgets típicos de navaja
(gracias papacito!), botiquín, linterna, gorra, crema, antimosquito, GPS, los
dos móviles, algún questionario a papel por si la tecnología nos falla, un
cuadernito y… bueno, seguro que algo más. Hará frío, calor, se me romperán las
manos de seco, se me quejarán los huesos de húmedo. Y estaré sucia.
Pero solo por fuera
:).
Aún no hemos
empezado propiamente sobre terreno con los cuestionarios (por ahora estamos con
los de Erika); pero ya se está planeando la segunda parte del proyecto: bush
pig trapping.
En abril va a
venir Mike, un experto de EEUU (como en las películas) en captura de jabalíes y
estamos (o están – porque yo por ahora únicamente leo los mails reenviados)
preparándonos para el evento. Vamos a colocar cámaras trampa en sitios
específicos* de concurrencia de bushpig y a poner cebos y trampas en el campo
de visión de la cámara. Estos puntos de trampa serán (o esta es la idea…)
cebados (meaning, pondremos un poco de maíz o similar para atraer al bushpig –
lo cual atraerá tb a muchos otros oportunistas, esto es seguro) y chequeados
cada día para ver si nuestro objetivo mordió el anzuelo. Cuando capturemos a
uno de estos bushpigs, anestesiaremos, tomaremos muestras de sangre y
colocaremos un collar de seguimiento GPS. Despertamos, cuidamos de que el
cerdito se encuentre medianamente espabilado y le dejamos marchar. Sus
movimientos serán capturados por el satélite y sabremos exactamente por dónde
se mueve (home range) y qué tan cerca pasa de casas de “granjeros” (lo pongo
entre comillas porque la gente aquí tiene normalmente entre uno y tres
cerditos), puntos de agua de interés y similares.
*Estos sitios
específicos de concurrencia es lo que se supone que voy a identificar yo con
mis cuestionarios. Sin embargo, Mike viene un poco demasiado pronto en nuestro
schedule. Para cuando él llegue yo ya estaré bastante avanzada en mis
cuestionarios y podremos sacar información útil, el problema es el tiempo que
se necesita para preparar las jaulas con cebo: para que el animal salvaje no
sospeche (y por lo visto el bushpig es bastante desconfiado), tenemos que poner
los cebos y montar las jaulas poquito a poco; si no, corremos el riesgo de que
el bicho vea la jaula, lo considere raro-inusual y decida no acercarse más a
ese área durante las próximas semanas. Así que es un proceso que lleva tiempo y
con lo que se supone tenemos que empezar en unos días. Inicialmente vamos a
probar a poner cebos y jaulas en sitios donde los rangers del parque han visto
afluencia de mis chanchitos… y a ver qué pasa.
Waiting for one of our respondents |
Esos dos
factores, la educación y el entorno familiar los veo clave para un futuro
próspero. Me he encontrado con mucha gente que parece tener nada de ganas de
trabajar, de esforzarse, de dar más allá de lo estrictamente necesario. Me falta
ver ideas propias, iniciativas privadas, motivación por avanzar día a día (aquí
Carmen, te respondo a tu pregunta). Al mismo tiempo, me he encontrado con
algunas mentes brillantes, fuertes de espíritu (fijaos que dos palabras tan
juguetonas en la misma frase!), con ganas de prosperan y con la fuerza para
hacerlo. Confounders? Quién da más?
Con el asunto del
tiempo libre me vino a la cabeza un artículo que leí hace un par de meses. Os
lo regalo, con permiso del autor (probablemente ya os lo he mencionado antes).
Un avance:
“So if leisureliness was once a badge of
honour among the well-off of the 19th century, in the words of Thorsten Veblen,
an American economist at the time, then busyness—and even stressful feelings of
time scarcity—has become that badge now. To be pressed for time has become a
sign of prosperity, an indicator of social status, and one that most people are
inclined to claim. ”
miércoles, 18 de febrero de 2015
“And the trouble with insatiable desires is that the struggle to sate them leaves everyone as exhausted as they are unfulfilled”
Qué cansadita he
acabado del primer día de trabajo!
No dormí muy bien
y yo creo que fue porque aún sigo con el jetlag. Ayer, a la que subíamos en
coche a Gulu, me entró un sopor insoportable y me dormí una buena siestecita.
Eso se tradujo en la madrugada, de 4 à 6am, a que mis ojos no dejaran a su
amigo, el cansado cerebrito, reunirse con Mr. Morfeo. Dudo que la música y conversaciones
constantes que llegaban de la calle sin un minuto de reposo fueran la causa de
mi insomnio internacional. Tampoco puedo echarle la culpa a los misteriosos
rezos musulmanes (la gran mayoría aquí, creo haber entendido, son cristianos)
que comenzaron a mitad de mi penuria (léase, a las 5am en punto). Sólo me
queda, pues, acusar al cambio de horario de esta dificultad de mantener un
sueño normal. A ver qué pasa hoy… aunque confesaré que a la que volvíamos del
terreno me he quedado sopapa en la parte trasera del Land Rover, mientras mi
cabeza botaba cual saltamontes huyendo de un wildfire, mis gafas se enredaban
en el cinturón y mi pelo se pensaba en un concierto de Sepultura.
Esta zona norte,
donde se encuentran sendas zonas de estudio, es una de las más pobres de
Uganda. Hubo una guerra civil de 20 años que no acabó sino en el 2006 (bastante
reciente*). El Lord Resistance Army (Johnny Kony) estuvo aquí presente durante
esos últimos años, hasta el 2006, desde donde parece se encuentra escondido en
Sudán del Sur o DRC. Hoy hemos pasado por su pueblo natal.
*Recordáis cuando estuve en Timor Oriental? La
guerra contra Indonesia sólo había terminado 8-9 años antes de que yo fuera
para allá y las historias de cabezas literalmente rodando por el suelo estaba
demasiado reciente. Gulu me recuerda a Timor. Aunque a mí me da la sensación de
que todo aquí ya quedó en el pasado, no debemos olvidar que todos los adultos
que se encuentran en la zona estuvieron en un campo de refugiados. No debemos
olvidar.
Ayer Julious describió
el Gulu del pasado (del pasado, papá y mamá, que no cunda el pánico!) como “This
area was hell on Earth”. La situación ahora está mejorando bastante en relación
con hace 10 años; sin embargo, la corrupción del gobierno no permite estructura
alguna para disminuir los niveles de pobreza del lugar.
Ahora mismo, al
menos – y por ejemplo –, hay un cierto tipo de educación infantil que es
obligatoria, y si te pillan con los hijos en casa en horas de escuela te multan
(creo que un tajo grande, lo suficiente para que se te caiga un pelo o dos). Esta
educación la puedes perseguir en una escuela privada (bien cara, a unos 75€ por
trimestre) o pública (prácticamente gratuita, donde uno se gasta en uniforme y
material; unos 3€ al trimestre). Sin embargo, este último tipo de educación
sustentada por el gobierno sufre de baja calidad y elevado número de huelgas de
profesores, que ven en este intento de revelación la única manera de exigir de
una vez por todas salarios que numerosas veces no han sido pagados por el
periodo de un trimestre entero.
A pesar de estos
estudios obligatorios (y digo “a pesar de” porque para mí la educación es la
salida), se ve difícil una despedida de los niveles tan altos de pobreza. Es
difícil porque la gente en zonas tan pobres se encuentra muy aislada. Los
adultos se levantan, recogen algún cultivo, desayunan, pelan la cassava, se
echan la siesta, muelen el grano, cenan, y van a dormir. Simple y llanamente
para poder volver a levantarse al día siguiente, recoger algún cultivo,
desayunar, pelar la cassava, echarse la siesta, moler el grano, cenar y volver
a acostarse. Día tras día. Sin más ambición que pasar un día más con algo que
meterse a la boca.
Conociendo mi
existencialismo profundo, yo ya estaría muerta (casi me mato con el simple hecho
de escribir – y abrigar – el sinsentido de esas líneas).
En uno de los
poblados a los que hemos ido en el día de hoy he visto a una chiquita joven
moliendo con uno de esos morteros gigantes de brazo algún tipo de cereal. Me he
quedado pensando: está moliendo ese cereal para conseguir energía… una energía
que va a gastar en volver a recolectar el grano y molerlo a palos, simplemente
para conseguir más energía para poder recomenzar el proceso. ¿Por qué, si puede
construir instrumentos, no crea un molino mecánico que permita distribuir la
fuerza de tal manera que con un simple movimiento de muñeca un sistema de
engranados se encargue de multiplicar
esa energía aplicada y optimizar, de esta manera, las calorías ingeridas y el tiempo
utilizado? Al tener algún tipo de mecanización/automatización, podrán cubrir
sus necesidades básicas con un esfuerzo menor, lo cual se traduciría en un
aumento de tiempo libre, tiempo que puede ser dedicado al ocio, al arte, al
canto… a un saneamiento del espíritu, a un reencuentro de paz interna. Y
externa. A un equilibrio con el todo…
En este mismo
poblado, el padre estaba ausente porque tuvo que llevar a uno de sus niños al
hospital debido a recurrentes y cada vez más frecuentes ataques de epilepsia; uno
de sus otros niños murió el octubre pasado a los 6 añitos; y uno de sus nietos –
de algo menos de dos años – jugaba a nuestro alrededor con un mango impregnado
en excremento de ganado embebido en quién sabe qué tipo de agentes zoonóticos
patógenos.
Hoy, a la que nos
hemos sentado a cenar Erika y yo, me ha preguntado que qué me ha parecido el
día. Yo le he dicho que maravilloso.
Soy insensible
por no haberme aterrado ante tanta pobreza? Estaba preparada mentalmente a lo
que me estoy encontrando? Paso, de nuevo, por la vida sin darme cuenta de la
realidad que me rodea? O peor todavía, me daré cuenta y cerraré estos ojos
míos, que se abren solamente a las cuatro de la madrugada para no permitirme
dormir, para obligarme a pensar, para evitar que mi mente viaje por el mundo de
ensueño en el que me creo viviendo?
martes, 17 de febrero de 2015
Primero de tantos
Bueno mundo,
bueno Natxcho,
Me encuentro ya
en Gulu y voy a quedarme aquí unos días antes de ir a Lutuk, mi pueblito de
cinco chozitas. Llegué a Kampala ayer en la noche, después de volar a Amsterdam
y a Ruanda. Durante la última hora del viaje comencé a hablar con mi compi de
asiento, con el cual ya le había tenido previa relación al regalarle mi pan,
galletas y tiramisú (también le ofrecí la mitad de mi pasta, pero creo que al
no conocerme no se sintió muy incitado a comer de los restos de mi comida). Era
un tipo suizo, más o menos de mi edad, que trabaja con una plataforma basada en
Génova, en un proyecto de mejora de calidad de vida de ruandeses con muy pocos
recursos económicos. En breves, os explico que ofertan la posibilidad de
aprender una profesión a elección, más el financiamiento de un microcrédito
trianual que va disminuyendo poco a poco. Con esto pretenden dotar a la gente
de medios para abrir un negocio y subsistir de una manera autosuficiente. Por
ahora está yendo muy bien y, por ejemplo, se ha visto un incremento en las
tasas de escolaridad. Antes de trabajar en este proyecto estuvo en Tanzania (o
era Kenya?) trabajando en el campo de anti-poaching (caza furtiva); sin
embargo, al no ver ningún tipo de mejora en muchos meses, se le hundió la
esperanza y decidió cambiar a algo diferente. Con el aumento de la población
China en el mundo parece que también aumenta la demanda de marfil, partes
corporales de primates no humanos, y un largo etc. que podéis imaginar.
Ah! Un pequeño
detalle relevante en las próximas (por lo menos) dos semanas de mi vida: en Amsterdam me encontré (previa
planificación) con Erika, una estudiante de doctorado que ha venido varias
veces a Gulu, un área muy cercana a la mía de estudio. Al llegar a Kampala fuimos
juntas al hotel (“Humara”, muy posh, podéis googleaerlo) y dormimos en
habitaciones contiguas. Me ha hablado un poco sobre su investigación (impacto
socio-económico de la PPA (Peste Porcina Africana - ASF, por sus siglas en inglés)), que me
parece super interesante.
En la mañana hemos
desayunado con Charles (me temo que voy a llenaros de nombres propios, pero
después de las introducciones básicas siempre me referiré a los mismos), un profe de la Uni Makerere
que me va a ayudar en el proyecto. Con él he conseguido mi tarjeta SIM card
(con datos, allá donde me funcionen), dinero en efectivo (tan enormes, los
billetes, que he tenido que comprarme otro monedero – que no me viene mal para
los US$!) y mi primer sueldito por adelantado. Después hemos ido a la uni a
conocer al vet local de los Gorilla Doctors (google it!) y a uno de os tipos
encargados de la parte de wildlife de Makerere (contacto cortesía de Jenny
Jaffe!). Han sido todos super amables, mostrándome parte de las facilidades e
introduciéndose y ofreciéndose a ayudar, uno a uno.
Julius (nuestro
chofer) nos ha llevado al norte, a Gulu, y me ha estado contando varias cositas
de Uganda que me reservaré para otro día (los que ya me vais pillando podéis
imaginar que esto y el solo viaje de Kampala a Gulu me da para 5000 palabras.
Mínimo). Por ahora nada de escritos bonitos, solo relatos informativos, lo
siento. Hemos llegado al hotel donde me quedaré un par de semanas mientras
Erika hace su fieldwork y es seguida por mi persona de cerca. Este hotel no es
para nada tan posh como el otro, lo cual posiblemente tenga que ver con una
disminución del coste de un 80% en relación al de Kampala, pero se está bien y
tengo baño propio (en el cual he matado al primero de los mosquitos que me he
encontrado en todo el viaje: “Esthercita, 1- Mosquitos, 0”). La cena la hemos
pasado con los dos traductores que trabajan para Erika (y con los cuales igual
me quede yo tb, aunque esto no es seguro), con Julius y con Tony Aliro, el DVO (District
Veterinary Official, or similar) de la zona de Gulu. Mañana tenemos el primer
día de trabajo de campo: será una muestra de lo que me tocará hacer a mí.
Con esto, y con
todo mi amor, os dejo por esta noche (bueno, noche de aquí, que son las 23h; mi
cuerpo aún se está recuperando de las 11h de diferencia con Davis…).
Un beso.
sábado, 7 de febrero de 2015
"Welcome home"
Así me dieron la
bienvenida cuando en el aeropuerto. De regalito, me dejaron pasar un par de
presentes alimenticios (del buen queso flor de esgueva) que repartiría para Bea
y Álvaro (que me albergan en su casa por estas dos semanas) y Jaber, el CS con
el que contacté justo antes de venir aquí y que resulta será mi futuro workmate
– ya estamos compartiendo oficina y noches de bares! De ahí concluiréis lo que
toda la gente me dice: Davis es muy pequeño. Sin embargo, ante cualquier juicio
de (mis) valores debemos recordar que la relatividad es un dogma intrínseco y
todopoderoso en mi ser – perdónenme el egocentrismo. Hagamos un ejercicio de
recapitulación sobre la población de los lugares en los que recuerdo haberme asentado para
vivir (lista: orden cronológico; gráfica: decreciente).
Granada: 240 000
Montreal: 1.6 millones
Kosice: 240 000
Las Palmas: 382 000
Bellac: 4 600
Almansa: 25 000
Alcalá: 4 300
London: 8.3 millones
Amsterdam: 780 000
Liège: 190 000
Davis: 60 000
Lo curioso es que
todo el mundo me dice que Davis se les queda pequeño, pero yo veo y escucho mil
oportunidades de elección de actividades de tiempo libre. Mi problema va a ser
la falta de este.
Por ahora ya sé
de clases de alfarería, de tejer, de corte y confección, de mecánica, de bicis,
de manualidades con vidrio, fotografía, etc.
Además, me dicen que el swing tb se cocina en estos lares*. Me han hablado
incluso de unas clases gratuitas las mañanas de los domingos en SFO. Los
domingos tb se reúnen estudiantes de vets (y supongo algún vet tb) para dar
asesoramiento sobre mascotas a una comunidad (en su mayoría latinos) económica
y socialmente desfavorecida. Eso me atrae un montón: ayudo, y sigo refrescando
mis conocimientos médicos!
*Por lo visto,
cada estado de USA tiene una lista de elementos característicos asignados a
dicho estado. El baile de California es el “West Coast Swing”. Sin embargo, no
os dejéis engañar por este nombre confuso. Observad: https://www.youtube.com/watch?v=Y3i6kyLLB2g.
A pesar de no ser mi Lindy Hop, debo decir que estoy muy tentada a aprender
esos pasos….
Hoy hemos paseado
por el centro de Davis. Es cierto que es chiquito, pero yo lo he visto con
muchísimo encanto. La ciudad en general es súper estilo americano: parece que
llegó una fuerza divina desde el cielo y chafó todas las casas y edificios,
esparciéndolas cual tomate escachufado sobre la mayor extensión posible. Podría
decir, incluso, q en algún momento he llegado a pensar que mis gafas han pasado
a ofrecerme una visión de la realidad 4:3 a formato 16:9 (sin bandas a los
lados!). Tras unos días aquí, me estoy haciendo a ello, y mis ojos y cerebro se
están acostumbrando poquito a poco.
Además de esta
transformación óptica, mi segundo punto a observar es la típica estructura de “casa-casa-casa-[…]-casa-
casa-casa –tiendas-casa-casa-casa-[…]-casa- casa-casa -tiendas” que te impide
ir a comprar el pan sin coger el coche. Afortunadamente, Davis es planito así
que la bici se lleva mucho - con lo que el trayecto se puede hacer sentadito
sobre dos ruedas y no dará tanta pereza ir a comprar lo que sea que se nos ha
olvidado adquirir en el súper.
Otra
generalización insensata que haré es que la gente es requetesimpática. Tanto,
que parece que todo el mundo te está echando los tejos. Llega a ser confuso.
Volvamos al
centro… Dos veces a la semana tenemos el Farmer’s Market, donde los agricultores
hippies nos deleitan con verduras orgánicas y felices. Dicen que los precios
son mucho más caros, pero eso está por ver. Vaya… aquí, hago de nuevo un inciso.
B&A son de Madrid. Cuando me dicen que la comida aquí es cara y la compra que
me llena dos bolsas hasta arriba me sale por 30 US$ me confundo otra vez. Y me
da que pensar… El salario mínimo en España es de 648€. En Bélgica y en Holanda
es 1500€. En UK 1380€. En USA es 1000€. Estoy más acostumbrada a precios
europeos que a los Españoles. España me parece barata, no “lo normal”. Y eso me
hace sangrar un poquito el corazón. Me alejo, me alejo… Hay un montón de
cafeterías lindas donde tomar una bebida caliente mientras lees, estudias, o
escribes mails a los amiguitos y familia :). Hay fraternidades locas -como en
las pelis-, hay construcciones de casas de madera (sin hormigón y sin
ladrillos, remarco), calles rellenas de 4x4s y varias tiendas de libros, deporte
de aire libre y merchandising de UCDavis.
En el top-de-lo-top
(lo mejorcito de todo) está el clima, los olores y la barbaridad de naturaleza
que encuentras en todas partes. Me tiene anonadada. Todas las especies de
pájaros, árboles, plantas arbustos son nuevas para mí. No reconozco nada. Ando
por la calle y es como pasearme por una librería de tomos nuevos, nunca antes
vistos, que me prometen mantenerme entretenida por milenios. Tengo tantas ganas
de aprender de lo que ven mis ojos! Huelo el ambiente, toco las cosas,
fotografío… y observo. Lo observo todo bien con la intención de embeberme en
ello. Es como haber descubierto un planeta nuevo, donde todo me llama la
atención: tanto lo que brilla como lo que parece haber sido absorbido por un
agujero negro. Aún dentro de este folder top-de-lo-top, quiero desvelaros un
fallo de tipo conexión neuronal en mi cerebro. Cuando bajé del shuttle que me
trajo del aeropuerto a Davis, se encendió una parte de mi cerebro que llevaba
dormitando años: a la que respiré la primera ñarigonada (porque fue con la
nariz) de aire, se me prendió el recuerdo de Costa Rica en el alma. No sé qué
será, si es la humedad calentita, si es la capacidad de ver el cielo sobre los
edificios bajos, si son las aceras con grietas y baches, pero ahora, cada vez
que salgo al exterior, se me enciende el recuerdo (conexión neuronal fallida).
Y es maravilloso.
Otro pequeño inciso: Nunca había
experimentado la multiculturalidad de esta manera. Os dejo un ejemplo: La novia
de Jaber tiene padres chinos, nació y creció en Costa Rica y ahora está aquí en
Davis -tiene rasgos asiáticos, habla un tico súper dulce, un inglés perfecto y
me han dicho que también se maneja en mandarín y cantonés!
El tema
naturaleza se exponencia al infinito en los alrededores: está todo lleno de
reservas naturales, parques, montañas, lagos… I can’t wait.
Del trabajo estoy
genial, trabajando unas 10 h al día que se me van volando y desaparecen entre
el canto del bluejay y el ruido de los respiradores de edificio. Muy, muy
contenta.
Por todas estas
razones, me siento como una niña de pueblo que nunca ha salido más allá de su
barrio de cuatro casitas. Pero… eso no es verdad, cierto?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)