domingo, 16 de enero de 2011

Primeros días en Alcalá.





14 enero 2011

Estoy en Tenerife (TF)! Ya me voy asentando, poco a poco. Estoy más feliz ahora que los días anteriores porque como no estoy contratada aún (primero me tengo que colegiar en el colegio de veterinarios de canarias, que tardaré como una semana), mi jefe me ha dicho que es mejor que no me pase por la clínica por si hubiera algún problema o una inspección de trabajo. Así que hoy me he ido al pueblo de al lado, me he hecho uno de los papeles necesarios para colegiarme (el empadronamiento) y me he quedado desayunando en una terracita de ese mismo pueblo (San Juan). He escrito (ahora luego, si me veo con ganas (aunque me forzaré un poquillo a ello) os lo trascribo al ordena) mientras tomaba el desayuno, he ido a una escuela de buceo que no abría nunca, he hablado con una tipa muy maja del centro de información turística (casi tengo una cita de volver a ir a verla la semana que viene!) y me he vuelto andando, por el paseíto de calas de rocas (aunque a la mitad final he tenido que pasear por la carretera).

Os trascribo (con algún que otro cambio en el lenguaje) cosas desde el día 12, aunque no todo!

12 enero” Para llegar a Alcalá debía de coger 2 guaguas. La primera de ella la esperé y la tomé con un tipo de Santander (o me dijo San Sebastián?); tendría unos 55 años (me dijo cuántos, pero ya no me acuerdo) y estaba prejubilado por algún accidente que tuvo. Se dedicaba un poco a recorrer mundo (más uqe nada España y Berlín), con su mochila, alquilando bicis o coches y durmiendo dentro de ellos. Viajando barato. Este señor, del cual no tengo idea posible de su nombre, me despertó algo que ya surgió en mí desde hace un tiempo largo (no sé muy bien cuándo, pero ahora que lo pienso también tuve este flashback en algún punto de mi viaje a indonesia/timor). La gente que vive así, viajando sin rumbo, está increíblemente sola; no profundizan en relaciones, hablan con todos pero no mantienen el contacto con nadie, pierden las ganas de conocer profundamente a la gente y, al perder esto, pierden el conocer mundo.

Sólo de pasada este tipo me comentó su solitud y me parece que fue en ese momento cunaod me vino a la memoria mi viaje en solitario por indonesia; cómo estaba cada día en un pueblo o ciudad nuevos, cómo conocía a gente (ya fueran locales o también viajeros) para no tener más que un recuerdo vago de su existencia días más tarde, cómo me sentía surfeando el mundo, sólo por arriba, sin percatarme de todo lo que dejaba bajo mis pies, de las maravillas del subsuelo (ay! Dostoievski, dónde has quedado en mi vida pasada…). Estoy confusa… Eso es viajar, ir moviéndose, y me encanta… sin embargo, recuerdo el vacío extraño que quedaba en mí después de unos días vagando… Me viene a la mente la idea de lo que me gustaría aquella persona que camine paralela conmigo, con quien yo camine en paralelo. Estoy harta de cruzarme con líneas que sólo me signifiquen puntos momentáneos. Quiero una paralelancia perfecta. A ver, que me voy por las ramas…

Viajar no son sólo montañas, playas o edificios que puedas ver, sino también las experiencias que vivas, a gente a tu alrededor, los sentimientos nuevos de amistad y confianza; el echar de menos lo conocido y anhelar lo desconocido…

Yo no quiero acabar así, sin nadie a quien querer, sin buscar nada más que seguir adelante, sin motivo, sin motor.

13 de enero” (esto no iba dirigido a vosotros, pero como voy a contaros lo mismo, pero con otro estilo, aquí lo dejo). Ya estoy echando de menos a Ana, mi antigua jefa… Sé que acabo de empezar, pero Victor no me gusta tanto. Habla más bien poco, casi ni te mira, y es muy serio con los empleados en la clínica. Somos 4 vets y una ATV. Dice que no sabe si echar a los otros dos veterinarios y pillar a gente nueva. A mi me ha dicho que soy su “gran esperanza”. Los otros dos son un poco dejadillos (sobre todo el chico). Llevan ya aquí uno un año y la otra 7 meses. Victor no los trata muy bien… eso no me gusta nada y no me lo puedo quitar de la cabeza. ¿cómo es que no sabes hacer eso? ¿Por qué no has hecho lo otro ya? Tipo así… Yo me digo a mí misma que el tipo debe de estar ya quemado porque lleva mucho tiempo con ellos, pero no puedo dejar de pensar cómo voy a reaccionar yo si me hace una de esas… Aguanto tan poco! Pienso que me va a servir para “tragar” más.

Por ahora (ayer y hoy) estoy en la clínica como si no existiera. Sigo a uno, luego sigo a otro… Voy a empezar muy poco a poco, desde lo bajito. Pero tb me da que no tengo mucha más paciencia como para seguir de “interna”; mirando, limpiando y cargando. Mucha paciencia es lo que necesito.

Sin embargo, es salir de la clínica y ver el maravilloso día que hace, el color de las islas reflejado en cada objeto, el olor del mar a la vuelta de la esquina… Se me forma la sonrisa sola en la cara!

Ahora ya tengo casa. Ayer estuve llamando y mirando unas cuantas y por fin me he decidido y llamado a la casera esta mañana. Es muy luminosa, tengo terracita (desde la que veo al Teide a la izquierda y al Mar a la derecha), una azotea superchula y dos habitaciones. La cocina es con barra americana, también tengo tele (en blanco y negro :S) y TDT y esos sofases que tan de moda están por estos parajes (qué feos son!). Cuando deshaga la maleta sacaré los pareítos que compré en Bali para ver si los peudo poner por encima, hasta que compre alguna tela apañada…


Ya del mismo día de hoy, os cuento:

He hablado con Luca, y resulta que este finde se viene a verme a Alcalá! Tengo tantas ganas! Viene el sábado en la tarde, cuando acabe de currar y tiene el coche de su jefe, que se lo ha dejado. Ya os contaré lo que hacemos…

Desde el barcito de San Juan: Puede que me esté volviendo loca de tanto estar sola. Bueno, loca, loca, no; pero sí más huraña, solitaria y en-mi-mismada que siempre. Creo que me estoy llenando de manías de mí, para mí, por mí. Estoy en una cafetería de San Juan y he venido a empadronarme para poder colegiarme. Veo a un montón de parejas (la mayoría extranjeros (ingleses o alemanes)) y muy poca gente sola. Yo estoy sola y me gusta sentarme aquí, con el solecito en mi cuerpo (qué mareo, se me ha subido el café!), mis cuatro libritos de pensar (ayer me compré otro para poner cosas de la clínica, pero me he dado cuenta de que no tenía solo tres, sino cinco; así que ahora ya tengo seis (aunque principalmente use tres (uno de los cuales está a punto de finiquitarse))), con mi mente perdida entre el mar y la montaña y con MI pensamiento de que me quedaría así toda mi vida.

Yo siempre me aburro mucho, pero me da la sensación de que, si estoy en la costa, mirando el mar y las olas, la arena o las rocas, soy incapaz de mantenerme aburrida (no confundir aburrimiento con sentimiento de inutilidad en la vida, deseos de desaparecer (que no de morir (voy mejorando!)), o falta de sentido o llena de vacío existencial). Me colma una paz casi infinita.

Estoy solita, muy solita. Y lo peor de todo es que, a pesar de lo que diga a veces, estoy bien así. Prefiero estar así.

Qué tonterías escribo? De vez en cuando desvarío (“Puede que me esté volviendo loca de tanto estar sola”).

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Desde la playita de mi pueblo: Estoy tumbada con La Gomera de frente. Esto es una locura; en bikini, en el mar, perdida en las olas…

Algo que me asusta un poco es mi falta de sensación de peligro. Veo calas, y rocas, y distancias algo lejanas donde no sé si debería meterme sola. A veces pinso que ya lo veré una vez esté de camino: si hay corriente, si veo que me cansé antes de llegar, si me veo rodeada de rocas a la altura de mis rodillas… No me apetece que me trague el mar adentro (ni al fondo). Me entraría el pánico y me cansaría muy pronto (de sólo pensarlo ya se me acelera el corazón).

Estoy en la gloria aquí tiradita… Creo que voy a intentar estudiar entre semana y tener los fines de semana para mi ocio y disfrute. Creo.

No quiero quedarme sin hacer nada en casa durante los fines de semana. Quiero hacer rutas, noches fuera, buceo…

Eso sí, echo de menos besar su espalda salada.

Me he dado cuenta de que estos “últimos” días no paro de decir que siento las cosas como por encima, que no me empapan. Creo que es muy acertado, y todos sabemos por “qué”.

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