miércoles, 23 de febrero de 2011

No entiendo nada de lo que hacemos.

21/02/2011
Y esto es parte de lo que A me ha mostrado: "No estoy seguro de qué es lo que hace que un niño gravite alrededor de lo espeluznante y lo macabro. Pero creo que sí que hay un momento dentro de cada niño en el que disfruta con ser asustado". Pero los siniestros Grimly y Del Toro piensan en una película más tétrica, para niños no tan pequeños: "Con los adultos pasa como con los niños. Se complacen con lo oscuro y macabro... Pero creo que la mayoría disfrutamos con un buen susto, si no por pasión por el género, al menos como vía de escape de los horrores de la vida real".
Mencantaría teneros cerca y poder quedar en un café y hablar de las noticias, del mundo, de la locura de muertes, de la República de Platón. Tengo una especie de necesiad por intercambiar opiniones.
Tampoco es que quiera que le pase anda malo a Aguirre, pero sí que me gustaría que se retirara para siempre del mundo político. Que se dé cuenta de que la vida merece la pena vivirla plenamente. Que nos deje en paz a todos.

22.02.2011 Noche
Ha sido un día nervioso. Curioso. Todo me parece curioso últimamente. He empatizado muchísimo con el pueblo de Neozalandés. He buscado un rostro conocido en las imágenes y vídeos de la catástrofe. No he llegado, siquiera, a morderme las uñas. He estado pendiente de noticias a tiempo real, me he metido en mapas GIS, he llamado a embajadas, he diferido con mi jefe, me he leído todos los planes de emergencia kiwis, he anotado mil números de teléfono, he mandado mails desesperados.
Y todo ello lo he hecho volcándome vacía. Vacía de sentimiento. Muerta por dentro. Con las lágrimas retenidas por las pestañas, como si fuesen rejas que no permiten salir a sus presos. Lágrimas huecas, rellenas de nadas. Nadas infinirtas; puertas al vacío. Vacío como mi pecho, al que le falta un corazón asesinado.

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