Herpes number...3?

03.03.2011

He tenido un sueño desgarrador. Me lo voy a apuntar en la sección de “cosas privadas solo para Esther”. No tenéis otra necesidad mas que saber que desperté trastocada, y con un herpes (el segundo de mi vida, no?) como consecuencia de esta noche fatídica in Morpheus world.

Nocturno grito
Tengo miedo de mi voz
y busco mi sombra en vano.

¿Será mía aquella sombra
sin cuerpo que va pasando?
¿Y mía la voz perdida
que va la calle incendiando?

¿Qué voz, qué sombra, qué sueño,
despierto que no he soñado,
serán la voz y la sombra
y el sueño que me han robado?

Para oír brotar la sangre
de mi corazón cerrado,
¿pondré la oreja en mi pecho
como en el pulso la mano?

Mi pecho estará vacío
y yo descorazonado,
y serán mis manos duros
pulsos de mármol helado.

Xavier villaurrutia

Me encanta la música en franc´s: Magyd Cherfi (malditos magdelaine… ¬¬)

02.03.2011

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

no me divierte estar triste

LiArS dice:

ya sabes q pienso en este punto

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

dime k no soy nada y haz k yo te krea

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

no lo sé, no

LiArS dice:

esther, eres algo. Pero no te quiero

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

gracias, así vale

LiArS dice:

y después de esto q? espero q no signifique otros 2 años sin palabras

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

supongo k no, pero yo kerré mi espacio, ya sabes

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

por cierto, lo siento por eso

LiArS dice:

xq?

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

2 años y yo fuera de todo

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

jeje

Que terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido. dice:

kise mi espacio

Blablablabla…

LiArS dice:

Ahora mismo no puedo querer a nadie

Blablabla…

Estoy hecha para repetirme siempre la misma historia? Para querer al mismo tipo de hombres des-almados? Nunca recuerdo el pasado, coño!

Estoy viendo en la tele a unos trashumantes con vacas, perros y caballos. Me encantó trabajar con las vacas, estoy pensando. Sabéis que siempre he querido trabajar en el exterior.

Me encantaría hacerlo en PLENITUD. Yo me comprendo.

Echo de menos muchas cosas, pero como siempre os he dicho a vosotros, tenéis que disfrutar lo que tenéis en el momento. Como yo del pequeño Robin, que está en mi regazo, con su patita puesta encima de mi mano mientras os escribo esto desde el sofá canarión. Y como os digo cada vez que alguno de vosotros me riega con su reconfortante voz al teléfono: no me puedo quejar. Y lo sé. Aunque no estoy segura de notarlo. Vivo el día a día como tal, como “día a día”; sin embargo, no noto, aun todavía, el peso pesado del existir. A veces pienso, pues, que esta que vive no soy yo. Que estoy tan hueca que ni el vacío de la existencia siento.

Me turba.

Siento seguir con el tema, pero es que me maravilla y total, esto no es sino para mí.

Ciroran sigue acompañando mis noches:

El hombre idealmente lúcido, luego idealmente normal, no debería tener ningún

recurso fuera de la nada que está en él... Me parece oírle: «Desgajado del fin, de todos

los fines, no conservo de mis deseos y mis amarguras sino las fórmulas. Habiendo

resistido a la tentación de sacar conclusiones, he vencido al espíritu, como he vencido

a la vida por el horror a buscarle una solución. El espectáculo del hombre -¡qué

vomitivo! El amor-, un encuentro de dos salivas... Todos los sentimientos extraen su

absoluto de la miseria de las glándulas. No hay nobleza sino en la negación de la

existencia, en una sonrisa que domina paisajes aniquilados. (En otro tiempo, tuve un

«yo», ahora no soy más que un objeto. Me atraco de todas las drogas de la soledad;

las del mundo fueron demasiado débiles para hacérmela olvidar. Habiendo matado el

profeta en mí, ¿cómo conservaré aún un sitio entre los hombres?)».

Tengo ganas de…

La verdad, espero no volver a mi estoicismo pasado (pero se vive tan bien sin sufrimiento…).