martes, 1 de marzo de 2011

There are no useful drugs to escape for feeling numb

25.02.2011
Efectivamente, cuando me has llamado hoy (viernes noche), Mar, estaba en pijama en mi cama haciéndome fotos con Chup y el gorrito nuevo de cirugía. Ese es mi plan de fin de semana, ya ves!! Me ha hecho mucha ilusión tu llamada :). Me ha despertado un poquillo y ya cuando ha venido Guaci me he salido a la cocina y hemos estado hablando hasta pasada la media noche. Me ha venido bien, y un poco creo que a ella también.
Sí que me he rizado el pelo, y estoy monísima (Guaci me ha dicho hoy que soy guapa :)!); lo intento captar en alguna foto, pero no me sale… de ahí probablemente el narcisismo de los últimos días.
Estoy con una cervecita en el cuerpo y el mareo de cerebro. Vais a flipar cuando pase las fotos de este finde que aún no ha pasado al blog. Ya veréis quién viene a visitarme :D. Qué ganas!
Después del mensaje de sarita hoy, me he dado cuenta (aún más) de la de poco hombres en edad reproductiva que veo al día. Es duro… Guaci me dice que me apunte al gym, que hay un montón! Y eso es lo que voy a hacer. Vamos a hacer eso que ya he comentado en algún otro sitio: nos vamos a hacer pareja de hecho. Nos han dicho que así nos va a salir más barato, si nos apuntamos juntas. Tenemos, primero, que ver si eso es verdad y si no nos cuesta demasiado hacerlo, pero vamos en camino. A mí me hace un montón de ilusión! Quién iba a pensar que iba a ser yo la primera en casarme de las amigas ^.^!! jajaja!
Este finde, además, viene luca (a lo mejor le recojo yo con el coche! Wowowow!) y en la noche cenaremos con Rául (el ligue de la compi) pollo asado con tomillo fresco del campito mientras vemos una peli y leugo le sumamos las palomitas. Qué me decís!? Espero que eso me anime un poco la estanquedad de “todo”. El domingo sí será un día grande de disfrute: tenemos pensado caminata por el Teide (al fin!!!), con tortilla de patatas, papas fritas, bizcochito, y zumitos azucarados. Suena maravilloso. Ya os contaré.
Esta semana no he tenido CS’s poruqe aunque se suponía que venían, al final se han echado atrás, pero no os preocupéis que, aunque Guaci ahora se pilla una semanita de vacances y la voy a echar mucho de menos, ya para el martes tengo gente nueva en casa :). Menos mal que me rodeo!
Estoy dándole por las mañanas al libro de acupuntura para el Master para cuando vaya a Madrid. A ver si adapto algo a la clínica!

28.02.2011
Este fin de semana me he divertido. Me ha venido bastante bien porque ya tenía de nuevo el olor de la rutina bajo mis fosas nasales. El olor de la perpetua verdad.

Efectivamente, y como veréis en las fotos, ha venido Molly a verme. Estoy encantada. El año pasado nos vimos saltando en las hogueras de San Juan y antes de eso eran años lo que nos separaba. El reencuentro ha sido más uqe agradable: Se unió a nosotros Luca (al cual fuimos a recoger en el coche de Molly, conduciendo yo (me paré a preguntarle a un extranjero por la parada de Guaguas de Las Américas y al instante de cruzar miradas me robó el corazón por los ojos. Le dije: qué moooono! Y todos reímos juntos y en harmonía)), Guaci, nuestro/su nuevo amigo Rául y una parejita amiga de éste ultimo. El sábado estuvimos en Playa San Juan (al ladico de Alcalá) y tomamos el sol y el mar del pueblo. A la noche cocinamos un pollo (casi diría que la única carne que he comido desde hace un mes, ya. Si mi papá no cocina, no me cuesta nada aceptar el semivegetarianismo al que me autosometo (aquí no hay pollos de corral y aún no he encontrado ternera feliz en vida…)) con tomillo fresco que compré el otro día, y un par de botellitas de vino (que yo ni caté, porque era la conductora oficial para ir a por Luca, que llegaba esa madrugada, a eso de la 1am). El domingo madrugamos y bien temprano subimos para hacer una rutita en el Teide [Este Ben Harper me quiere hacer sufrir?]. Encontramos a un señor muy canario que nos indicó una desviación de nuestra rutita para llegar a ver unas cuevas volcánicas, cerca de nuestra ruta original. Son para volver, curiosas; así que ya tenéis otro incentivo más pa venir a verME. A mí me dio una de esas venas geniales mías de ir en bikini por la montaña, sin crema. Estoy rosa, rosa. Con dolor aún cuando me meto dentro de esa cúpula protectora que son mis sábanas marrones a círculos. Cómo duele! Me pongo cremita en toda la pechera, las manos (sí, hasta las manos me he quemado…), los brazos, hombros, el cuello y la espalda (o lo que puedo de ella, ahora que mis hombres de este finde se fueron y Guaci se ha ido una semanita de vacances) y cuando acabo… empiezo otras vez la secuencia porque mi piel dañada ya lo ha absorbido todo. Una pasada. (Yo al menos decía que nunca me quemo, Molly comentó que nunca se quema ni se pone moreno; así que podéis imaginar su cara leche (parece que le han estampado frambuesas en ella y hecho juguito). Por cierto, debe decir que me encantó su arrebato de: “Odio rallar queso!” Tipo “Odio el coco” de Guille. Una locura.
Esta mañana le he preguntado a Víctor si me podía hacer copia de las llaves de la clínica (esta semana me toca urgencias de nuevo). Me ha dicho que no porque la cerradura va mal y no le quiere meter más llaves copiadas y que, además, no sabe si vamos a necesitar hacer otra copia porque no sabe si nos vamos a quedar todos. No sé si os lo dije, pero desde que Leo llegó de vacaciones se ha hecho demasiado evidente que sobramos uno (por no decir uno y medio/dos, en verdad, aunque esto son matices). Se está pensando en abrir también los fines de semana (abrir de lunes a domingo, quiero decir) para mantenernos a todos, lo que pasa es que por lo visto el jefe está metido en un “asunto” más (no me ha dicho el qué) y me da a mí que está metiendo mucho dinero en eso; así que no sé si va a querer mantener el sueldo de tres veterinarios a su cargo. A ver qué pasa…


Cioran dixit:
Desarticulación del tiempo
Los instantes se siguen los unos a los otros: nada les presta la ilusión de un contenido o la apariencia de una significación; se desenvuelven; su curso no es el nuestro; contemplamos su fluir, prisioneros de una percepción estúpida. El vacío del corazón ante el vacío del tiempo: dos espejos reflejando cara a cara su ausencia, una misma imagen de nulidad... Como bajo el efecto de un alelamiento pensativo, todo se nivela: no más cumbres, no más abismos... ¿Dónde descubrir la poesía de las mentiras, el aguijón de un enigma?
29.02.2011
Hablando con Luca y con Molly me di cuenta de que, sin saberlo, yo hubiera montado una guerra. Les dije que no entendía cómo la comunidad internacional no tomaba cartas en el asunto e impedía que los libaneses dejaran de morir como moscas bajo el peso loco del régimen. No entendía cómo no se ayudaba al país vecino, cómo podíamos dejar morir a tanta gente día tras día, sin nada que hacer, en casa viendo la tele. Entendía que su pueblo quisiera salir del tema por su propio pie, pero no llegaba a comprender cómo, hoy en día, estas cosas podían suceder por una semana entera y el resto de los países condenarlo, pero consentirlo.


Sabia, suave y algo avergonzadamente me dijeron que lo que yo pedía era otra guerra de Irak. Casi les daba miedo exponer ese juicio. Y era cierto. Estaba pidiendo una locura. Una locura que la tele de esta mañana me ha dicho podría pasar; que el riesgo de que esta segunda guerra suceda viene en camino. Las tropas norteamericanas ya se han movilizado hacia el lugar. Los intereses intrínsecos son sublimes.

“Te quiero. Te quiero mucho. Muchísimo”.
WAITING FOR YOU – BEN HARPER


Cioran dixit:
Sobre la melancolía
Cuando uno no puede librarse de sí mismo, se deleita devorándose. En vano se
llamaría al Señor de las Sombras, el dispensador de una maldición precisa: se está
enfermo sin enfermedad y se es réprobo sin vicios. La melancolía es el estado soñado
del egoísmo: ningún objeto fuera de sí mismo, no más motivos de odio o de amor, sino
esa misma caída en un fango languideciente, ese mismo revolverse de condenado sin
infierno, esas mismas reiteraciones de un ardor de perecer... Mientras que la tristeza
se contenta con un marco de fortuna, la melancolía precisa una orgía de espacio, un
paisaje infinito para desplegar en él su gracia desagradable y vaporosa, su malestar
sin contornos, que, por miedo a curar, teme un límite a su disolución y sus
ondulaciones. Florece -la flor más extraña del amor propio- entre los venenos de los
que extrae su savia y el vigor de todos sus desfallecimientos. Alimentándose de lo que
la corrompe, esconde, bajo su nombre melodioso, el Orgullo de la Derrota y el
Apiadamiento de sí mismo...

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