23.03.2011
Desde aquí, la azotea de mi casa, mientras tomo un poquito el sol y descanso de la dura jornada laboral, me da la sensación de que es hora de contaros lo que hice el domingo.
Me desperté bastante tocadita de ánimo, incluso con alguna lágrima existencial brotando de mis cuencas. Ni si quiera la perspectiva del buceo me podía animar. Pensé tan mal pensado, y me quedé tan inutilizada, que ni siquiera pude coger la guagua para Los Gigantes. Me sorprendí llamando a un TAXI (¡) para que me llevara a tiempo a la cita con los del centro de buceo. Llegué al “poblado pescador”, que era unas cuantas calles entrecruzadas de tiendas para guiris y algún que otro sitio de pescaditos. Encontré el centro, perdido entre las galerías y trastiendas de este “poblado”. Todo fue un poco raro al principo, aunque fue suavizándose poco a poco.
Yo me seguía peleando con mis lágrimas para que no salieran a la luz.
Estuvo gracioso encontrar a una parejita de un tipo de casi 3 m de alto y dos de ancho (con unas tetas increíblemente voluminosas (dos de mis tetas en una de las suyas) de lo que se supone era músculo) con una tipa tailandesa, menudita, menudita. Raúl, el tiparrajo machista este, se pensaría que me estaba riendo de su novia poruqe cada vez que ella hacía alguna cosita a mi me entraba la sonrisa amigable, encantadora, de quien ve a un cachorrito jugar. Son tan monas! Super delicadas, tiernas, cuidadosas… y siempre con la sonrisa a punto en la boca. Me encantan los gestos que tan naturalmente salen de ellas, la gracilidad de sus movimientos, y el susurro de su carcajada. Me recordaba lo indecible a Indonesia (por cierto, ,ayer pedí un curro allí, a ver si sale :D!)).
Después de algún que otro traspié salimios del centro y montamos a la lanchita. Mi humor? Seguía reteniendo cataratas dispuestas a salir a presión de entre mis párpados. Yo flipaba, tan cerca de algo tan bonito y sumida de neuvo en lo oscuro. Por qué? Qué había pasado? No entendía nada.
Paramos cerca de los acantilados: un montón de colonias de gaviotas y charranes revoloteaban por encima de nuestras cabezas, el azul del mar me llamaba ocn una voz profunda. Tenía ganas de meter mi cuerpo en el agua fría, que me cubriera entera. Antes de ponerme las aletas pescó un águila pescadora a pocos metros de donde estábamos. Algo se me movió por dentro. Me tiré al agua para simplemetne quedar inutilizada (y perdida en mi propia sonrisa), como si fuera una tortuguita volteada. Cómo es posible que no pueda erguirme ni si queira en este medio. Me entró la carcajada y el monitor me miró bastante extrañado.. por qué armaba tanto alboroto?
Tubo en boca y gafas en ojos, se me ocurrió echar una mirada al fondo. Ya así, vi sin más cómo se desplazadba una manta redonda cual alfombra bajo mis pies, a varios metros hondo. Bajamos.
C´mo me sentía entonces? En este punto yha ni me lo planteaba.
3 minutos de estar abajo y pasó una masa grande por encima de mi cabeza. Giré hacia ella con la cara. Se me paró el corazón al ver la barriga de un tiburón inexistente que se convertía,a la vez que mis pulmones dejaban también de funcionar, en un delfín con lo que pienso sería su cría en crecimiento. Ahí estaban, mirándonos con una curiosidad que parecía cotidiana en ellos. Nos rodeaban dando círculos, se rozaban, nos enseñaban sus panzas arriba mientras desaparecían para volver a aparecer. Serían no más de 2-3 minutos, pero ya sabréis (que para eso tenéis ya todos edad) que 2-3 minutos pueden significar una vida entera. Me saltaron las lágrimas tristes a los ojos y pareceiron desaparecer; evaporarse, o incluso comprimirse debido a la presión de la profundidad.
Fue como estar en un documental. Qué mirada!
Al acabar me dolía la cabeza, estaba mareada y deshidratada. Contenta, quiero decir. Con mi bocata de queso y tomate me dirigí a un barcito de lo que qcreo debe ser una especi de hotel o similar, super chic, en el que me tomé, a lo largo de dos maravillosas horas y media un batidito de fresa y piña y un café con helado de vainilla; a la par, estaba el librito del momento y mis tres (digamos así) libros de escribir; un fondo de piscina y de mar, con un suave toque de música hiper-chillout. Llamé, mandé sms a algunos de vosotrs, y disfruté del maravilloso día de domingo que se me había ofertado. Nada diré del regreso en guagua para la casa, porque así lo dejo todo en bonito y maravilloso.
El lunes se me quedó a dormir un CS de bégica, Bruno. Qué recuerdos, qué ilusión revivida! Qué ganas de comerme el mundo! Él había estado en mi misma época en Indonesia, en lugarles algunos de ellos los mismos. Muy majete.
Esta noche, más (o no).
Que bonita jornada bajo las aguas ehh =)
ResponderEliminarNo sabia que eras tambien CS =D yo tuve la semana pasada una experiencia magnífica en Lviv, Ucrania. Y es que me volvi a Eslovaquia, y complete el círculo del alrededor, ya todos los paises visitados. Todo muy bien, salvo el clima XD bueno ya verá fotos en fb.
Envidia das, uf a ver cuando me puedo yo poner a bucear... ¡cuidate mucho!