Estuve en Las Plamas y todo fue bien.
Las tortas donde y cuando mejor tenían que ser recibidas, los abrazos en las manos más adecuadas, y los besos de las bocas más apreciadas.
Todo bien, vamos.
Agradezco a todos y todas los días allí pasados. Me encantó veros. Lo necesitaba.
Sola, solitaria, continúo.
Acabo de llegar a Pieterburen, Holanda. Slimos ayer D. y yo desde Las Palmas a las 17:33 aprox de casa, corrimos a la guagua, esperamos al avión, el cosmos nos regaló aguas diversas y patatas calenticas. Cosas difíciles de decir. Me buscaron al aeropuerto y llegué a casa.
Besé a Limita no las veces necesarias, cené, terminé la maleta de mano, dormí, desayuné y marché con mi pae al aeropuerto. En tres horas de tiempo!
Todo el rato estuve cansadísima, se me hizo el avión eterno porque tuve varias de estas siestas que te parecen eternas pero que en verdad deben de ser de 13 minutos. Me apañé un tren aún no sé cómo y cambiando en Groeningen llegué al centro de las focas.
Por el camino me ayudó un tipo de informacion que, amablemente, llamó con su móvil al taxi para que fuera a buscarme a la segunda estación de tren. Mi móvil no tiene cobertura, ni aquí, ni en Amsterdam si quiera! (comunicaciones, cuando se pueda, por el skype-mail). La estación era un "edificio" mísero y estaba rodeado de casitas de cuento de Hanzel y Gretel. Un poco "creepy"...daba miedito.
Me he cagado en varias cosas por haber perdido los prismáticos en la isleta... y por no haberme traido la guía de aves... pero no se puede con todo!
El taxista era una taxista. Parecía Louise, una amiga de mi madre de años ya bastante entrados, con el pelo gris y blanco (como todas las muejres por aquí (debe de ser la moda: en españa están con los moños marrones y los pelos vaporizados y aquí con el pelo a lo chico, canoso y algo vasco)), y una carita entrañable con mofletes sonrojados y gafas redondas y finas. Toda una mujer, vamos. El taxi parecía un familiar que fuerra utilizado para el trabajo de uvas a peras. Yo me imaginaba a los nietos sentados a mi lado y comiendo palomitas de colores. Al entrar me senté a trás, y no sé si no debe ser constumbre aquí, porqeu al tipa se quedó algo sorprendida y echó hacia delante el asiento del copiloto.
Al colocarse el cinturón, me dijo que le diera tres euros y yo, sorprendida, le dije: ahora? Sí, si puedes ahora... Así que así pagué los 3€ y llegué al centro.
me encontré a Ana, una de mi facultad, que está aquí hasta yunos dís más después de que yo me vaya. Me ha explicado un poquillo todo y mañana a las 7am, cuando empiece, aprenderé el resto.
Por ahora lo dejo aquí. Igual esta noche escribo algo más, que me tengo que relacionar un poco.
Muacks-cuakcs!
Esther!!!!!
ResponderEliminarCuánto me alegro de que ya estés ahi!! La descripción de tu llegada... jejejjejej qué recuerdos!! Disfrutalo mucho pequeña!! Un besito muy fuerte!!
Por cierto, soy Emi!! Al publicarlo me pone anónimo y no se cómo se cambia.... jejej